Como la segunda temporada ciclónica de la historia, en formación de huracanes, quedará registrada esta que concluye el venidero martes 30 de noviembre.
Aunque en el Atlántico se formaron este año 12 ciclones y 19 tormentas tropicales, la etapa de 2010 no está considerada entre las más destructivas, a pesar de quedar como tercera más activa.
Seis meses de continua vigilancia al comportamiento del tiempo, llegan a su fin cuando concluye el onceno mes del año; y en esta ocasión fueron cuatro los huracanes que asolaron la región con categoría cuatro.
La temporada de huracanes fue muy activa, pero menos destructiva que otros años en la escala de intensidad Saffir-Simpson, de un máximo de cinco, con vientos superiores a los 210 kilómetros por hora.
Según especialistas del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, las cifras preliminares de muertos superan la centena; lo que no es comparado con las consecuencias de 2005 y 2008, a pesar de que los pronósticos en cuanto al número e intensidad de los fenómenos meteorológicos se cumplieron.
A pesar de que el Caribe se libró de los azotes de los ciclones, a diferencia de años anteriores; siempre queda quien sufrió las consecuencias. Ese es el caso de Haití, la pequeña nación que tras las devastaciones del terremoto ocurrido el pasado mes de enero, recibieron la llegada de un huracán con categoría cuatro. Hecho que aún mantiene las lamentables consecuencias en esta nación.
“Tomás”, el último de esta temporada ciclónica, causó estragos con al menos 21 muertos en Haití, 14 en Santa Lucía y uno en San Vicente y las Granadinas. Mientras en Costa Rica, los aguaceros e inundaciones de este fenómeno causaron la muerte de al menos 22 personas.
México no corrió la misma suerte que el Caribe, fue quizá el más castigado, al sufrir el embate de dos terribles huracanes, “Alex” y “Karl”, y la entrada de la tormenta tropical “Matthew”, que dejaron un total de 40 muertos.
Pasando revista a la temporada de 2010, que concluirá dentro de 48 horas y que comenzó el pasado 1 de junio, la etapa arrancó con los peores augurios: los grandes aguaceros que dejó ese mes “Alex”, el primer huracán de la temporada, que se formó como tormenta al oeste del Caribe, causó 12 muertos a su paso por Centroamérica: cinco en Nicaragua, dos en Guatemala y otros cinco en El Salvador.
Tras emerger en el Golfo de México, golpeó en la costa noreste mexicana como huracán de categoría dos y avanzó por el norte del país, donde dejó veinte muertos y cuantiosos daños.
Para la historia de la meteorología en la región “Alex” quedó también como el primer ciclón que se forma en la cuenca atlántica en el mes de junio desde 1995 y el más poderoso desde “Alma” en 1966.
La ausencia de “El Niño”, que se desarrolla en el Pacífico, y tiene una conexión directa con la atmósfera del Atlántico, según los expertos fue un factor determinante que gravitó sobre la intensidad y cantidad de huracanes en la cuenca atlántica.
El año 1995 fue el comienzo del actual periodo de gran actividad ciclónica, ciclo que generalmente dura de 20 a 30 años.
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