Aunque no estoy entre los más jóvenes, pero sí en una generación que nació bajo la custodia de la Revolución,; y ya rebaso los 40 (hace rato) todavía me erizan las historias que quizás pude haber vivido en carne propia.
Tengo una amiga, de esas que se sientan coco a codo conmigo todos los días de trabajo, de esas que muchas veces me cuenta su estado de ánimo o de salud; y a pesar de llevar más de dos años juntas nunca me había relatado una de sus primeras experiencias como periodista. Creo que por modestia, no por egoísmo de no querer compartir algo tan emocionante.
Maritza conoció a Fidel- hace varios, pero varios años- eso fue mientras cubría una actividad aquí en Matanzas, por el aniversario del Canto a Fidel, de nuestra poetisa Carilda Oliver Labra, a la que vino el Comandante a homenajear en persona a la autora de estos conmovedores versos.
Maritza no solo conoció a Fidel, sino que lo abrazó; pues con la ingenuidad de la corta edad que tenía, quizás 25 años; cuando le hicieron la presentación oficial como representante de la prensa en el encuentro, le pidió (con la dulzura que la caracteriza) si podía darle un abrazo.
Es extraordinario escucharla hacer el cuento de su interés por saber si era cierto que colocaba bajo su traje militar un peto antibalas. "Lo apreté, le puse la mano en la espalda y en el pecho". Así dice para que entiendan que es verdad que hurgó delicadamente por encima de la camisa. Pero por supuesto no encontró nada.
La historia me penetró hasta el tuétano. Y aunque nunca se ha atrevido a contarlo la tengo convencida, pues ese podría ser su homenaje en este cumpleaños 85. El mío, pues como ella se autodefine "no es buena titulista", fue, desde que terminó la historia decirle:
-Ya tienes el título, es todo tuyo "Y no tenía coraza". Vale la pena desmentir a quienes se han pasado la vida
diciendo lo contrario. Entonces, amiga, manos a la obra.
Espero que el título la haya entusiasmado como a mí me entusiasmó la anécdota. Lástima que no tengo la foto, pero quizás, cuando lo lea, hasta la foto me llegue.
FELIZ CUMPLEAÑOS, COMANDANTE
Ida, loquita. !Qué tarde lo leí! Desde el lunes de la semana anterior he trabajado sin conexión --!nueve días!. Porque tus líneas me comprometían a narrar lo que yo sentí ante la inmensidad de un hombre. Tú no sabes cuánto te agradezco tus palabras y el tiempo que te tomaste. Está lindo tu artículo. En 36 años de periodista he vivido momentos dignos de contar, no por mis acciones, sino por los instantes que he vivido. No creas, he pensado alguna vez escribir memorias, relacionadas todas con el periodismo en Matanzas, pero todavía no me animo. !Quién sabe si algún día! Gracias, Ida, muchas gracias por contar lo que yo no he podido. Un abrazo. Maritza
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