No creo que aquellos que hoy atentan- casi todos de manera consciente- con la preservación y cuidado de ese necesario no, imprescindible líquido, no tengan en cuanta las severas consecuencias que a largo o medaino plazo ocasionarán en nuestro verde planeta.
Luchadores fervientes por la conservación de nuestra "Casa Grande", esa que es de todos- aunque hay quienes pretenden declararse sus dueños- persisten y persisten en alertarnos por lo que sucede. Ejemplo constante y certero, es desde hace años nuestro líder indiscutible Fidel Castro. Por ejemplo, en 2004, en el discurso pronunciado en ocasión del aniversario 45 del triunfo de la Revolución Cubana, en el teatro Carlos Marx, Fidel aseguró: “Las vidas de miles de millones de seres humanos que habitan el planeta dependen de lo que piensen, crean y decidan unas pocas personas.
!Qué difícil es reconocerlo, pero es total y radicalmente cierto. Ninguno valora que después no habrá marcha atrás.
Pero por suerte para la humanidad, todavía hay en el mundo quienes luchan contra ess arbitrarias decisiones; es por ello que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó desde 1993 que el 22 de marzo de cada año fuera declarado Día Mundial del Agua.
A partir de ese año, dada la necesidad de adoptar medidas inmediatas y estimular a los hombres de la necesidad de proteger el entorno, y en conformidad con las recomendaciones de la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo en lo referido a recursos de Agua Dulce, se invitó a los diferentes Estados a consagrar este día, en el marco del contexto nacional, a la celebración de actividades concretas dirigidas a la conservación y desarrollo de los recursos hídricos.
En este año, la jornada del 22 de marzo está regida por el lema "El agua y la seguridad alimentaria". Como bien diría un buen cubano: "Más claro no el agua", para destacar que poco queda por decir para que aquellos que no han despertado de esta necesidad, abran los ojos y se incorporen a la lucha que solo lleva al beneficio de la Tierra.
Previsor, como en todas sus intervenciones, Fidel no desperdicia instante para alertar y educar a los hombres; no importa dónde esté ni qué religión profese, al final todos- y entiendase radical "TODOS"- necesitamos del agua para vivir.
Frases como: “Pasan rápido 20 años y (...) estamos conscientes de los problemas que esperan al mundo en las décadas futuras, en todos los sentidos; la población creciente, que alcanzará más de 6 000 millones de habitantes; los problemas de la alimentación, del agua, los recursos naturales, la contaminación, los problemas del subdesarrollo que se proyectan hacia los años futuros para una gran parte de la humanidad (...) pienso realmente que para el hombre enfrentarse a estos problemas será un reto muy serio, y creemos firmemente que nuestra juventud debe estar preparada para enfrentarse a ese reto”.Pronunciada durante su discurso en el acto de clausura del V Congreso de la FEEM. en 1981,
O esta dirigida a los cubanos: “(…) sería bueno que nuestra población tuviera una mayor información sobre todos esos temas como factor que ayude a una mayor conciencia de la importancia de la agricultura, de la agricultura científica, de la agricultura productiva, de la agricultura que preserve el suelo, de la importancia del agua, el cuidado del agua, la preservación del agua; sería bueno que nuestra población tuviera una mayor conciencia de estos problemas. (…)”; pronunciada en la clausura del X Foro de Ciencia y Técnica, en 1995.
Sin embargo, desde mi juventud recuerdo una de sus expresiones, que en aquel momento no entendía, sin embargo no se ha borrado de mi mente; Fidel avisora desde hace más de dos décadas que las guerras de hoy están motivadas por le tenencia del petróleo; pero las de mañana serán por el agua.
!Qué horror, hoy en mi mente de adulta pude interiorizar la seriedad y consecuencias de estas palabras. Téngase en cuenta que sin petróleo podríamos vivir... sin agua nadie rebasaría la vida.
Si de algo le ha servido mi debate interno... entonces no necesito decir nada más.
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