Tal parece que la Tierra sigue pidiendo a gritos que la salven, y por supuesto junto a ella, la especie humana, la más perjudicada en todo este cambio.
Chile, Haití, Baja California, etcétera, etcétera, etcétera…. En esta lista puede estar cualquiera de nuestras naciones. No hay dirección, región, zona del Planeta que sea la más afectada o la de más condiciones de sentir los temblores que nacen desde las mismas entrañas.
¿Será que es demasiado tarde para arrepentimientos? No lo creo, otro proverbio asegura que “Más vale tarde que nunca! Entonces, estamos a tiempo.
Solo que nadie debe dudar de que si las medidas no son aplicadas por todos, si las determinaciones no inmiscuyen a la totalidad de los países, no hemos hecho nada.
La reciente reunión celebrada en Alemania, y antecesora de la Cumbre que tendrá lugar en Cancún el próximo mes de noviembre, todavía siguió mostrando las diferencias en el pensar de los grandes estados y los países en proceso de desarrollo.
La falta de voluntad de los gobiernos de las naciones más desarrolladas constituye aún el elemento clave de la falta de determinaciones.
¿Será que piensan esos ilusos que ellos están fuera del peligro?
No puedo ni pensarlo… ¿O será acaso, que creen que la fortaleza de sus mansiones y propiedades son inmunes a la destrucción?
Mientras sigan cocinando esas ideas poco podrá la decisión mayoritaria determinar para adoptar las urgentes medidas que ya nos son imprescindibles…
Muy bien se ve, se vislumbra, que en ninguno de los sitios donde hasta hoy ha primado la destrucción, afecta cercanamente a esos grandes mandatarios y sus camarillas; sino no habría un ápice de dudas de que las decisiones serían bien diferentes.
Hoy, a pesar del poco avance en la última reunión sobre el calentamiento global, que se celebró en Bonn, Alemania; al menos se dejaron sentadas las bases para dos nuevas discusiones que antecedan al encuentro de Cancún. Esa fue la propuesta de Martin Nesirky, portavoz oficial del secretario general Ban Ki-Moon, durante su habitual encuentro con los corresponsales ante la ONU.
Todavía no comprende por qué cuesta tanto, tomar decisiones que –ya no podemos decir a la larga, sino que a la corta- solo es un beneficio para todos.
¡Ah, ya entiendo! Son muchos los que no quieren deshacerse de comodidades y lujos. Total, es muy pero que muy seguro, que no se han dado cuenta que no son necesarias tantas riquezas cuando la vida termina, solo un pedazo de tierra que cubra nuestros cuerpos es suficiente para la eternidad.
Esperemos que esta reflexión también pase por sus mentes, antes de la reunión en México, porque creo, no queda mucho tiempo para escoger, y mucho menos para discutir. Ya es raro el día en que la prensa no anuncia la ocurrencia de movimientos de tierra, hace unos días lo dije y hoy lo confirmo: El planeta está cansado de tantos maltratos y pide atención y cuidado. ¡Usted también puede hacer algo para ayudarlo!
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