lunes, 9 de agosto de 2010

Del hielo al agua, del agua al vapor

Todos sabemos de los estados en los que puede aparecer el agua, ese elemento tan necesario…., más que necesario imprescindible para el hombre y todas las especies de seres vivos.

De más está analizar las consecuencias que para los habitantes de este planeta Tierra, puede ocasionar la desaparición o la mayor escasez del preciadísimo liquido.

El agua es esencial para la supervivencia de todas las formas conocidas de vida. Su uso más común es como agua, o sea en su estado líquido;  pero puede hallarse además en su forma sólida, llamada hielo; y en forma gaseosa que llamamos vapor.

A diferencia de lo que muchos creen el agua en nuestro Planeta cubre el 71% de la superficie de la corteza terrestre y se localiza principalmente en los océanos donde se concentra el 96,5% del agua total, en los glaciares y casquetes polares donde representa el 1,74% de la superficie, y en los depósitos subterráneos (acuíferos).

¿Pero qué está sucediendo? Aquí vuelve a sufrir las consecuencias la intromisión de la mano del hombre. Como bien decía mi abuela, la satisfacción de necesidades genera “nuevas necesidades”.

Por supuesto, entrecomilladas, porque no es que rehusemos el desarrollo desde ningún punto de vista; pero hay quienes se les va la mano; ya sea por desconocimiento, por no medir las consecuencias o sencillamente por la avaricia.

 Recientemente salió un artículo que anunciaba que “Una isla de hielo gigante, cuatro veces el tamaño de Manhattan, se ha desprendido del glaciar de Peterman, en el norte de Groenlandia, informaron investigadores de la Universidad de Delaware”.

Diga usted, para quien lee esta información fríamente puede que no signifique mucho, pero cuando usted se pone a analizar los resultados y consecuencias que ello pueda acarrear, se le ponen los pelos de punta a cualquiera.

La nota sigue especificando que Andreas Muenchow, especialista en estudios oceánicos de la Universidad de Delaware, explicó en un comunicado que el iceberg tiene una superficie de aproximadamente 260 kilómetros cuadrados, y que este desprendimiento fue inicialmente detectado por Trudy Wohlleben, del servicio de investigación de hielos en Canadá, con la ayuda de información recabada por un satélite de la NASA.

Según criterios del científico la nueva “isla de hielo” tiene un área de al menos cien millas cuadradas (cerca de 260 kilómetros cuadrados) y un grosor que alcanza la mitad de la altura del edificio Empire State, y se encamina hacia el Estrecho de Nares.

¡Se imaginan las consecuencias que podría traer el recorrido de este pedazo de hielo, aunque aún se piense que no trascienda los límites del ártico, si entrara en zonas más cálidas, donde las temperaturas de los mares son superiores?

Bueno, todavía por ahí hay quienes dicen yo no voy a pensar en eso hasta que suceda; pero una gota hoy y otra mañana, llenará la copa hasta la superficie. Así mismo nos sucederá con las alturas de los océanos, con los límites de tierra- mar, cuando uno quede por encima del otro.

Según la Universidad de Delaware, desde 1962 no se desprendía un trozo tan grande de hielo en el la zona del Ártico, aunque los investigadores habían notado fisuras en los meses recientes sobre un extremo flotante del glaciar.

Esta es otra muestra de que el Planeta se ha cansado de ser  explotado y maltratado y está pidiendo a gritos que lo cuiden y protejan. Solo en nuestras manos está la supervivencia de la raza humana y del resto de las especies vivas de laTierra.

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