Estoy entre las que se criaron con esta revolución, esta que muchos quieren destacar como una tiranía, pero que a mí me dio el derecho de estudiar, de criar a mi hija, de ser útil como mujer y como ser humano.
Y estoy convencida que todo se lo agradezco a ese hombre exclusivo, único, a quien la humanidad mucho tendrá que agradecerle desde ahora y hasta el futuro eterno. Ha sido un visionario que no se equivoca en casi nada, ¡Puede con tantos años de diferencia, apreciar lo que a nuestra raza le sobreviene!
Hace muchos años, era casi una niña, recuerdo que ya había alertado sobre las nefastas consecuencias de la ambición, quizás hay quienes digan :”No hay que ser adivinador para darse cuanta” Es cierto, pero si desde entonces fue capaz de comprender hasta dónde llevaría el petróleo a las naciones que hoy se lo disputan, entonces sí tiene que ponerse a pensar.
Hoy Fidel, sí él mismo, Fidel Castro; esa figura que será por siempre la guía de muchos de nosotros, nos alerta de cuánto hemos dañado a la natura, de cuánto hemos ofendido al Planeta. Nos quiere hacer ver, y pobres de todos porque todavía hay quienes tienen los ojos cerrados, la avalancha que sufriremos, y que si no la atajamos a tiempo será el fin de nuestra especie.
Admiro cómo se puede mantener tanto conocimiento junto, admiro cuánto se puede tener de orador convincente.
Yo ya lo entendí, pero no es suficiente, tienen que ser más los que se den cuenta. Solo entre todos: ricos y pobres, blancos y negros, asiáticos o americanos… no importa nada, ni la raza, ni el credo, ni el color, ni la posición política…. Aquí nada de eso cabe, solo cabe que todos vivimos en una gran casa. En una casa que entre todos tenemos que cuidar y conservar porque de ello depende todo, inclusive nuestras vidas.
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