Diciembre llegó no solo para darnos paso a la culminación del 2010; sino que vino muy afiladito con el cuento del invierno.
Hasta los más viejos dicen que hace muchísimos años que no se sentían los cruentos fríos que hoy nos penetran en la piel de los cubanos.
No soy de las que cree que algún día nevará en Cuba, aunque ojalá así fuera, no porque me guste el invierno, sino porque me gustaría palpar la nieve, pero no me imagino cómo serían esas tempèraturas tan superbajas unidas a la humedad relativa que nos caracteriza. !Mejor ni pensarlo!
Suman ocho ya los frrentes fríos que han entrado a nuestra isla, para mí son como mil, pues esta estación del año no está entre mis preferidas. Aún no sé en cuánto estuvo anoche la temperatura, pero de que bajó, bajó.
Fríos cada vez más intensos, veranos cada vez más crudos, invaden la Tierra de año en año, ¿Hasta dónde será? ¿Hasta dónde el hombre como especie como raza estará diseñado para resistir estos cambios?
No solo pensar en nuestra especie, pues qué sería de nosotros si todas las especies que habitan el Planeta no resistieran los cada vez más palpables cambios ambientales? Eso mejor ni pensarlo; sin embargo hay quienes todavía no están convencidos y se empeñan en mantener las acciones, muhcas veces innceserias para subsistir, sí muy dañinas a la Tierra. Como dijera mi abuelo, el tiempo será testigo. La indolencia prima en aquellos que dicen: "Yo no voy a ver eso, de aquí a allá ya no estoy vivo" Quizás sea así, pero ¿y sus hijos, y sus nietos, y sus descendientes de manera general? Esa forma de pensar es a la que llamo egocentrismo, el pensar solo en sí mismo. Ni siquiera en los suyos.
¿Cómo estarán ahora los pobres ahitianos que tras dos fenómenos naturales se han quedado solo acompañados por las casas de campaña?
!Imaginan una casa de campaña en este crudísimo frío!
Sigue las intensas lluvias, los temblores de tierras, las crudas nevadas, las neblinas intensas (que recién provocaron trágicos accidentes).
Espero que la evidencias, que no se esconden sean capaces de hacer entrar en razón a quienes deben tomar decisiones.
!Ojalá no sea demasiado tarde!
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