lunes, 20 de diciembre de 2010

Con mi corazón de infante

Teresita Fernández, gracias por todo.
A pesar de que han pasado los años, a pesar de que mi mente ha  madurado, estoy entre el grupo de misa cintemporáneos que creció junto a las canciones de la muy querida entre los niños, Teresita Fernández.

Creo hoy que no solo las contagiosas letras de sus bien recibidas canciones, sino la musicalidad, el tirmo y la penetrante voz de esta compositora cubana, han hecho a través de los años que siempre llevemos en el corazón cada uno de sus poemas musicalizados.

¡Cómo olvidar los textos que han influido en cada uno de nosotros! El amor a los demás, al prójimo más cercano, y por qué no al que está lejos; el interés por la naturaleza, los animales, el medio que nos rodea; y a saber apreciar la belleza de todo lo que a la vista pueda parecernos feo…. Esas y muchas cosas nos enseñó a todos desde pequeños.

Muy bien ganado el título de maestra. Maestra de los niños…. ¡Maestra de los adultos! ES difícil encontrar un cubano que no cante o tararee una de sus melodías.

Esas son razones suficientes para celebrar hoy. Todos estamos felicies por su 80 cumpleaños. ¡Ojalá vengan muchos más: Maestra! Para beneplácito de cada uno de los que hoy hacemos una ronda, o tenemos un Vinagrito, o soñamos con el TIN TIN de la lluvia cada vez que comienza a llover.

¡Felicidades! Y sobre todo: ¡Gracias, gracias por todo lo que nos has dado!

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