lunes, 31 de enero de 2011

Ahora es más serio, el problema es el alimento

Nuevas reflexiones del compañero Fidel Castro Ruz, son publicadas en la prensa nacional y extranjera en e día de hoy. Un minucioso análisis de la actual situación internacional, sobre la producción de alimentos y el suministro de agua potable en el Planeta, aparecen entre las preocupaciones planteadas en este texto.

Dice Fidel que ya no preocupan las guerras, cuyos riesgos y consecuencias ya han sido analizados por  personas sabias y brillantes de todo el mundo. Habla pues de la crisis alimentaria originada por hechos económicos y cambios climáticos que pueden ya ser irreversibles y a los que el hombre está en el deber de enfrentar apresuradamente.

Menciona Fidel los constantes fenómenos que afectan todos los continentes, habla de calores, incendios de bosques, pérdidas de cosechas, cambio climático, pérdidas progresivas de las reservas de agua, lluvias excesivas, olas de frío insólitas y extemporáneas, sequías, olas inusuales, etcétera.

Todos y cada uno de estos fenómenos influyen de forma directa en la producción de alimentos en todo el mundo, pues las transformaciones que sufren los suelos atentan sustancialmente contra la  permanencia del agua en las capas subterráneas de la  Tierra y contra la producción de alimentos.

Analiza Fidel algunos planteamientos hechos por Lester R. Brown,  el más prestigioso y laureado ecologista norteamericano, quien ha publicado sobre estos temas en el sitio web Vía Orgánica.

Temas como la pérdida de la capa vegetal que se calcula sufra la tercera parte de las tierras cultivables del mundo, y que suceden más rápido que el tiempo que se necesita para la formación del suelo nuevo a través de los procesos naturales,  es uno de los ejemplos que provocan el quebranto de la  productividad.

Por otra parte reconocer el investigador norteamericano que el agotamiento de los acuíferos reduce rápidamente la extensión de las áreas irrigadas de muchas partes del mundo, lo que es propiciado por el empleo a gran escala de las bombas mecánicas para extraer el agua subterránea, hecho que influye en la reposición si no se quiere que se convierta en un acuífero fósil (no renovable); esto también se traduce en una elevación de los precios de los alimentos.

Reconoce el compañero Fidel que el ascenso de la temperatura también hace más difícil aumentar la cosecha mundial de granos con la rapidez suficiente para ir a la par del ritmo sin precedentes de la demanda.

El crecimiento poblacional, por una parte, y los efectos naturales que atentan contra la producción de alimentos, por el otro, van deteriorando cada vez más los medios de subsistencia que tiene el hombre en el planeta Tierra.

Resulta importante conocer que los ecologistas que se ocupan de los cultivos tienen su propia regla generalmente aceptada: por cada elevación de un grado Celsio en la temperatura por encima del nivel óptimo durante la temporada de crecimiento cabe esperar un descenso del 10% en el rendimiento de los granos.

¿Y qué esperar del derretimiento de los glaciares de montañas?

Esta es otra de las severas consecuencias del cambio climático que constituye una amenaza a la seguridad alimentaria. Los casquetes de hielo que se derriten, unidos a la expansión térmica de los océanos, amenazan con elevar el nivel del mar hasta seis pies durante este siglo. Solo tres pies serían suficientes para provocar la inundación de las tierras arroceras, en total, hay aproximadamente 19 deltas fluviales productores de arroz en Asia donde las cosechas se reducirían considerablemente a causa de la elevación del nivel del mar.

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