miércoles, 12 de enero de 2011

De hoy y de ayer, de aquí y de allá

Doce meses pueden resultar poco tiempo para muchas personas en el mundo, sobre todo los últimos; sin embargo, para quienes sufrieron en Haití las consecuencias del fuerte terremoto, que hoy cumple el año de ocurrido, estos doce meses deben ser eternos, deben significar una vida.

Otra vez la naturaleza se levanta para demostrar su potencia ante quienes le causan daños; hoy cuando se cumple un año de este desastre en otras partes del mundo la rebeldía del Planeta sigue haciendo de las suyas.

Es cierto, no es con un terremoto; también es verdad que no es en Haití. Pero da lo mismo Austria que América; es igual un terremoto que las fuertes inundaciones, la erupción de los volcanes, las intensas lluvias, los tsunamis, los crudos inviernos y nevadas.

Al fin y al cabo, cualquiera de las consecuencias que estos sucesos puedan ocasionar son dañinas para el hombre y el resto de las especies que viven en La Tierra; cualquiera de estos fenómenos son un reflejo de la sublevación del Planeta contra los abusos que ya no puede resistir.

Enero del 2010 deparó más de 220 mil muertos para la pequeña nación caribeña de Haití; ¿qué tendrá reservada la naturaleza para este 2011?

Ojalá los hombres decidan poner punto final al maltrato, el dolor, el sufrimiento, al desgaste de nuestra Casa Grande, la única que es igual para todos: nuestro Verde Planeta.

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