sábado, 19 de marzo de 2011

!Cómo duele!

¿Premio Nobel de la Paz?
!Cómo duele pensar en este turbulento mundo que nos está rodenado! !Cómo duele ver las incongruencias que están ocurriendo! !Cómo duele pensar en las ilógicas determinaciones que se han tomado!

Todo esto tiene una justificsación, una explicación. !Qué más turbulento puede estar el mundo que todos los fenómenos humanos y naturales que se suceden  ya no diariamente, sino con solo minutos de diferencia!

Hay quienes, ya nos pudimos dar cuenta, no le parecen suficientes los sufrimientos que en millones de seres humanos están ocurriendo en este momento. Con los resultados del recien sucedido tsunami y por ende, todas sus consecuencias, y no es siquiera motivo para detenerse a pensar un poco más.
Ahora la inavasión a Libia. !Cuánto más dolor causará esta agresión!

Las imágines no engañan, quieren tapar el sol con un dedo, como decimos los cubanos, quieren ocultar las verdaderas razones, pero no hay cómo. Son demasiado evidentes. No importa cuánto cuesten, no importan las consecuencias, solo interesa alcanzar los propósitos, sin detenerse a pensar en las vías y los resultados.

¿Cuáles son las ilógicas determinaciones? Hablaré de una, a mi juicio, si estoy equivocada que alguien me lo demuestre. ¿Cómo es posible haber entregado a un hombre el Premio Nobel por la Paz cuando está directamente involucrado en las actividades guerreristas que suceden hoy en el mundo?

Si eso es amor a la paz, entonces sí sé que no entiendo nada. Bueno, la "acogida" que tuvo en Brasil, creo que da fe de lo que pienso.

Hablo a nombre de mis compañeros, ahblo a nombre de todos los que confían en la humanidad y quieren preservar nuestra especie (valga recordar, amenazada a desaparecer). Somos millones los que nos sumamos al "NO A LA GUERRA".

Otra vez viene a mi mente un longevo refrán. "La avaricia rompe el saco" Ojalá que el saco no se defonde antes de los pensado.
!Inclúyanme en la lista de quienes se oponen a la agresión!






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