Esto demuestra una vez más que a pesar de los previsto, no solamnete la cantidad de formaciones ciclónicas o la fuerza que estas puedan tener, establecen récords para la temporada que abarca del primero de junio hasta el 30 de noviembre.
Para beneplácito de quienes habitamos en esta región del planeta las cuatro formaciones que han sucedido en esta temporada no han sido ni de las más severas, ni de las más dañinas, lo cual no significa que debamos descuidar la guardia ni bajar la alerta con la que hemos aprendido a convivir.
Según publica la página de Granma hoy con la formación el pasado sábado 23 de la tormenta tropical Debby, la actual temporada ciclónica en la cuenca del Atlántico Norte se convierte en la primera, desde el año 1800 a la fecha, en registrar cuatro organismos nombrados antes de finalizar el mes de junio, según confirmó el profesor Luis Enrique Ramos Guadalupe, historiador de la meteorología en nuestro país.
La anterior primacía databa del 2005, cuando la cuarta tormenta tropical de ese año, denominada Dennis, que azotó a Cuba convertida en huracán de gran intensidad, surgió el día 5 de julio, es decir, una semana y media más tarde que ahora.
Otra peculiaridad de este año es que varias semanas atrás, en mayo pasado tuvimos en nuestra área geográfica la presencia de dos ciclones tropicales, Alberto y Beryl, hecho no reportado al menos en los últimos cien años.
Y asi van las cosas por esta región geográfica de nuestra casa grande, el planeta Tierra, solo nos queda mantnernos preparados para enfrentar, como ya es habitual, cualquier incidente que pueda acontecer en lo que nos queda hasta el 30 de noviembre, fecha que oficialmente cierra la etapa ciclónica, pero que por obra y gracia del destino no quiere decir que acabe; solo si la naturaleza lo decide, y el invierno nos llega en su debido tiempo.
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